El bosque animado

Wenceslao Fernández Flórez

<<La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra; en sus cuevas se hunde, en sus cerros se eleva, en sus llanos se iguala. Es toda vida: una legua, dos leguas de vida entretejida, cardada, sin agujeros, como una manta fuerte y nueva, de tanto espesor como el que puede medirse desde lo hondo de la guarida del raposo hasta la punta del pino más alto. ¡Señor, si no veis más que vida en torno!>>

 

La obra

“Este –nos dice Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964)– es el libro de la fragua de Cecebre. San Salvador de Cecebre es una parroquia de Galicia, rugosa, frondosa y amena. Cuando un hombre consigue llevar a la fraga un alma atenta se entera de muchas historias… Entonces se comprende que existe otra alma allí, infinitas almas: que está animado el bosque entero.” Afinando su mirada poética, Fernández Flórez ha logrado captar todas esas historias y comunicarlas en esta novela deliciosa y profunda. El lector que se acerque a ella descubrirá bajo la seductora y mágica narración los latidos ocultos del alma humana en consonancia con la naturaleza.

Por los senderos del bosque de la fraga gallega en la que el lector se interna, caminan los habitantes de la aldea, algún que otro fantasma, la Santa Compaña, sátiros… e incluso Fendetestas, su ladrón… Wenceslao Fernández Flórez se sintió muy unido a su tierra gallega, como bien muestra en esta obra dedicada a las gentes sencillas, como las que él conocería sin duda en su infancia, a sus bosques y a sus «criaturas del otro lado». Su visión es nostálgica; a veces la naturaleza parece idílica, pero cuando el autor desciende a contarnos sus historias, no esconde la dureza de la vida campesina, ni el pragmatismo con el que se enfrentan los labriegos a cada nueva jornada… El narrador, con cierta ironía, va dando cuenta de lo que ocurre en la aldea y en la fraga: los fantasmas son demasiado cotidianos para temerlos, el ladrón casi parece un funcionario que toma posesión de un puesto vacante, la meiga realiza los conjuros leyendo los Comentarios a la guerra de las Galias… Pero a pesar del humor, o quizás gracias a él, estas historias nos hacen reflexionar sobre la vida y la muerte, sobre la relación del hombre con la naturaleza, sobre la justicia social o sobre el olvido de las viejas tradiciones. 

Y, dejando de lado esas consideraciones, al volver la última página, el lector seguramente desee internarse en esa fraga, conocer a Fendetestas y a Fiz de Cotovelo y dejarse acunar por el sonido del viento y la lluvia en las ramas de los árboles de ese bosque intemporal que recreó un autor que sintió profundamente su poder y su belleza, su dureza y su amabilidad. (Ed. ANAYA)

 

Algunas opiniones

«El bosque animado (obra aparecida originariamente en 1943) es una novela de escritura gozosa, imaginación pródiga y una mezcla de humor y sentimentalismo que alcanza raras cúspides poéticas. …ninguna de sus obras (ni siquiera sus deliciosas novelas de humor) admite parangón con El bosque animado, que sin hipérbole considero uno de esos libros que, una vez leídos, nunca podemos olvidar. Sólo alguien que tuviese el alma de corcho podría olvidar ese capítulo final en el que el cojito Geraldo vuelve a ver a su enamorada Hermelinda; yo les confieso que lloré cuando lo leí en el colegio, y he vuelto a llorar hoy mismo, mientras lo releía. Sólo alguien que tuviese el corazón de estopa podría mantenerse impertérrito mientras lee los impagables coloquios del ladrón Fendetestas y el ánima en pena de Fiz Cotovelo. Y qué decir de esos otros capítulos protagonizados por animales, en la mejor tradición fabulista ¡Cuánta emoción de ley, cuánto humor empañado de lágrimas, cuánto sobrio lirismo, cuánta finura galaica, cuánta imaginación y sentimiento hay en estas páginas!» (JUAN MANUEL DE PRADA, ABC, 12/01/2008)

 

Adaptaciones cinematográficas

En 1987 José Luis Cuerda dirigió la película “El bosque animado”, con guión de Rafael Azacona. Fue la gran triunfadora de los Goya de ese año, obteniendo cinco premios entre los que se cuenta el de mejor película y actor principal (Alfredo Landa).

Sobre este filme escribió Ángel Fernández-Santos en El País cuando se estrenó: «La llave maestra de la facilidad con que se ve esta, sobre el papel, difícil película hay que buscarla en la perfección del guion. Su autor, Rafael Azcona, ha logrado una sola y sólida narración, ordenada con precisión y ligereza insuperables a partir del vasto y variadísimo conjunto de relatos que, con aromas de leyenda, trenza Fernández-Flórez entre las luces y las sombras del bosquecillo de Cecebre. Sólo un escritor de cine con extraordinaria capacidad para la síntesis puede hacer tal proeza. Pero hay bajo ésta otra proeza más profunda. Azcona ha sacrificado en su versión de El bosque animado las pronunciadas singularidades de su sentido del humor, que tienen características muy diferentes al de Wenceslao Fernández Flórez, para poner su propio ingenio al servicio del ingenio ajeno, lo que demuestra una vez más que la humildad es la primera herramienta de trabajo en los grandes de su oficio».

 

Diseño de portada: Guillermo P. Guillot

El bosque animado. Parte 1 (Estancias I-VIII):

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El bosque animado. Parte 2 (Estancias IX-XVI):

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